De pedir perdón nunca fui,
nunca de los que reconocen un error como propio,
orgullo,
frente en alto,
siempre buscando la solución a la nada,
ubicarnos en alguna parte,
entre los transeúntes que están caminando,
están todos locos,
mira,
te lo digo con cariño,
que todo siga así como ahora,
siendo nada entre ambos.
Y así cero heridas abiertas.
ResponderEliminarNunca hay mapas suficientes para quien no aborta.
http://miproximomovimiento.blogspot.com/2010/11/un-gigante-feliz.html
ResponderEliminarme gusto eso...