¿Y si el amor se asoma entre el dolor? La vida sería un gran premio. O el premio sería el remedio, a la desdicha que los dos sentimos en ese segundo que nos vimos el verdadero sentimiento. Si, fuera real y no fuera un cobarde, me quedaría por siempre, te seguiría por siempre, buscando un si, un mínimo si.
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