Era un hombre, medio hombre. A la corta de edad de 55, supo quién era y para que estaba en el mundo. Luego lo olvido, se dio cuenta que aquella mujer que amo a la corta edad de 25 y que lo abandono cuando apenas tenia 30, ya nunca volvería y que era inútil esperarla, al menos ya no tenia sentido para él.
A la semana compro un aerosol y pinto en el paredon de enfrente a la casa de ella: ¨Ya no te espero, ya no te busco, mi bondi pasa por otra calle¨ y se fue como aliviado a esperar su colectivo como todos los días desde hace apenas 25 años.
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