Pequeño héroe de tu propia vida, la que te encargas a diario de salvar. Ninguna chica bonita, ni Luisa Lane ni Mary Jane, te salvas vos mismo, aun que te mueras de ganas de rescatar alguna princesa que ande dando vueltas por las nubes que solo vos frecuentas.
Muy bueno lo que le "decís" a Daniel, tal cual: "(...) dando vueltas por las nubes que solo vos frecuentás." Y cuántos más deberíamos andar frecuentando esas nubes para llegar a decir algo mínimamente paracido a las genialidades de Daniel.
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